Mejorar la gestión del eczema atópico en invierno
¿Cómo pasar un invierno más tranquilo? ¡Es fácil!
El invierno suele ser una época complicada cuando se sufre de eczema atópico: la piel se reseca con facilidad, lo que acentúa el eczema. Sin embargo, la adopción de unos simples hábitos puede contribuir a evitar esta sequedad para ganar en confort.
Las causas de la piel seca en invierno
La piel atópica es un tipo de piel muy particular. Una de sus especificidades es que es más seca, lo que le impide desempeñar correctamente su función de barrera. Por eso, es muy importante procurar siempre que no se reseque más. Mientras que el verano suele ejercer un efecto bastante beneficioso para el eczema, el invierno es una época del año bastante particular.
A continuación presentamos las causas de esa sequedad adicional que puede producirse en invierno y que conviene evitar en la medida de lo posible:
- La rarefacción de la humedad ambiental debido al clima frío y seco, así como a la calefacción
- El contacto del viento frío con las zonas expuestas (cara, manos) a primera hora de la mañana de camino al colegio o al trabajo o al practicar deportes de invierno
- La superposición de prendas de materiales inadecuados (jersey de lana de cuello vuelto, tejidos de punto), mallas de materiales sintéticos o irritantes
- El atractivo de bañarse con agua más caliente.
Evitar la resequedad de la piel en invierno
Algunos pequeños hábitos pueden ayudar a ganar mucho confort
- Enseñar a los niños pequeños a secarse las manos después de lavarlas: al contrario de lo que muchos piensan, el agua deshidrata la piel. Hay que secarse bien, efectuando toquecitos con la toalla (como al salir de la ducha) sin frotar.
- Hay que tener en cuenta que el chupete no protege contra los labios agrietados, ¡más bien todo lo contrario!
- Es preferible darse una ducha con agua tibia a un baño caliente o de espuma, y secarse efectuando toquecitos en la piel sin frotar. Darse un baño no está prohibido, pero el agua no debe estar demasiado caliente y no hay que permanecer demasiado tiempo en ella.
- Elegir prendas 100% algodón o lino, evitando el contacto de la piel con la lana. ¡Cuidado con los gorros sin forro!
Aplicar bien los emolientes
La piel seca carece de cuerpos grasos, así que ¡hay que aportárselos! Al igual que el resto del año, la aplicación del emoliente es realmente un hábito esencial que no se puede perder.
El emoliente debe aplicarse siguiendo las buenas prácticas y, lo más importante, ¡todo es cuestión de constancia! Al incorporar este ritual a su rutina de higiene diaria, como el cepillado de los dientes, se aprende a convivir mejor con su eczema y a espaciar las crisis.