El eczema de los pies
El eczema es una inflamación de la piel, reconocible principalmente por sus placas rojas acompañadas de picor. Pero no hay un único eczema de los pies, sino varios: atópico, de contacto y un tipo particular que aparece en esta zona: el dishidrótico.
¿Cuáles son los síntomas del eczema de los pies?
Los síntomas del eczema en los pies son:
- Resecamiento de la piel en la planta, con formación de fisuras, alrededor de los tobillos o a veces en la superficie del pie.
- Aparición de placas rojas e hinchazón relacionadas con una reacción inflamatoria de la piel.
- Emergencia de un fuerte prurito (picazón) que puede impedir dormir y conduce a lesiones por rascado con riesgo de sobreinfección.
- Erupción de vesículas que forman una costra después de secarse o pueden abrirse causando supuración.
Los síntomas varían en función de los individuos y de la edad.
El eczema alérgico de contacto en los pies
Es posible que el eczema se deba a una reacción alérgica a algún producto que ha entrado en contacto con los pies, pudiendo estar implicados los zapatos o los calcetines (tintes, productos para el curtido del cuero, colas, espumas).
Si el agente responsable no resulta obvio hay que acudir a un médico para que nos ayude a identificarlo y poder así evitarlo. Nos someterá a un interrogatorio bastante completo seguido de pruebas de alergia para determinar a qué somos alérgicos.
Aunque no hayamos cambiado nada en nuestros hábitos, hay que en cuenta que uno puede volverse alérgico a un producto que nunca antes le había causado problemas.
El eczema atópico de los pies
El eczema atópico es una enfermedad genética que alterna entre períodos de brote y de remisión. Está asociado a una piel que reacciona de manera anormal a su entorno. Su origen es genético, pero se desencadena o agrava por diversos factores medioambientales.
Este eczema no afecta mucho a los pies (siendo más habitual en los tobillos y en la parte posterior del pie, y menos en la planta del pie). Cuando lo hace, el tratamiento que hay que seguir es el mismo que para todos los eczemas atópicos: el picor puede aliviarse con un corticoide local y la piel repararse con emolientes.
El eczema dishidrótico
La dishidrosis tiene la particularidad de localizarse en las manos y los pies, y suele ser muy dolorosa. Como todos los eczemas, sus síntomas incluyen enrojecimiento y picor, pero también pequeñas ampollas que al resecarse forman una serie de costrillas.
Las causas de la dishidrosis
¿Qué causa este eczema? No se sabe muy bien, pero hay distintos factores que lo desencadenan y favorecen: el estrés, el sudor, las alergias de contacto (al níquel, al cobalto) o incluso una micosis de los pies suelen intervenir en su aparición.
A menudo vinculado con un componente atópico, este eczema tiende a manifestarse con mayor frecuencia durante la primavera, coincidiendo con la temporada de las alergias y la fiebre del heno. Otras personas se ven más afectadas durante el verano por las altas temperaturas, sobre todo cuando guarda relación con una transpiración excesiva.
¿Cómo se puede aliviar?
Este eczema suele ser crónico, lo que quiere decir que se presenta de forma reiterada en el transcurso de la vida. Pueden utilizarse cremas con cortisona empleadas como tratamiento local para aliviar las crisis. También hay que buscar la presencia de micosis entre los dedos de los pies, ya que su tratamiento puede servir también para la dishidrosis. A menudo se recomienda un tratamiento de fondo para hidratar la piel. Y, en caso de que persista, también puede recurrirse a otros remedios.
Los buenos hábitos
Independientemente de su origen, la dishidrosis se ve agravada por el sudor: lo mejor es llevar calcetines de algodón. El tabaco también puede ser un factor agravante, así como los productos de higiene muy espumantes, que deben evitarse.
¿Cómo diferenciar el eczema de los pies de una micosis o de la psoriasis?
¡A veces es difícil!
La micosis puede parecerse al eczema de los pies por la presencia de vesículas pruriginosas. Sin embargo, estas suelen tener una disposición en arcos de círculo o anulares y se acompañan de fisuras entre los dedos, sobre todo el cuarto.
La psoriasis se presenta como el eczema con placas rojas y secas con fisuras, en particular en las plantas. El contorno de las lesiones a veces está mejor delimitado que en el eczema. Sobre todo, generalmente hay placas más típicas de psoriasis en otros lugares: codos y rodillas, cuero cabelludo y afectación de las uñas.
Para saber si se trata de eczema de los pies, psoriasis o una micosis, consulte a un especialista en eczema. Es el único capaz de realizar un diagnóstico preciso.
¿Cómo aliviarlo?
En todos los casos, el tratamiento consiste en la aplicación de dermocorticoides más o menos potentes según la gravedad de la afección, a veces bajo envolturas húmedas para reforzar su acción.
En caso de eczema de contacto, lo primero que se debe hacer es eliminar el contacto con el alérgeno responsable que ha sido identificado por las pruebas de parche.
El eczema atópico es una enfermedad crónica (vuelve más o menos regularmente a lo largo de la vida). Por lo tanto, los dermocorticoides tópicos se aplican según los brotes.
En caso de dishidrosis, también es necesario buscar una micosis entre los dedos, cuyo tratamiento puede curarla.
Se recomienda la aplicación de un emoliente para hidratar la piel. El baño debe ser suave: duchas de menos de 5 minutos, agua no muy caliente, uso de un limpiador suave, etc. Al salir de la ducha, recuerde secar bien el espacio entre los dedos.
Otros tratamientos son posibles en caso de persistencia.
Independientemente de su origen, el eczema se agrava con la sudoración: es mejor usar calcetines de algodón. Usar zapatos que dejen respirar el pie también es una buena práctica. El tabaco también puede ser un factor agravante. Se deben evitar los productos de higiene muy espumosos y detergentes.