¿Qué es la dermatitis atópica?
Los principales síntomas del eczema atópico son una piel seca con placas rojas que pican. Otro rasgo distintivo es su alternancia entre períodos de brote y de remisión.
En la mayoría de los casos, este tipo de eczema aparece en la infancia y suele desaparecer en la edad adulta.
El eczema atópico no es contagioso, ¡así que no puede “atraparse”! En términos sencillos, aparece debido a que la piel se inflama con facilidad. Por eso también se conoce como dermatitis atópica.
El eczema atópico es la manifestación cutánea de la atopia, al igual que el asma es la manifestación respiratoria.
Reconocer el eczema atópico
Se suele hablar de “crisis de eczema”, ya que se trata de una enfermedad crónica. Los brotes de eczema van seguidos de períodos de remisión durante los cuales la enfermedad puede hasta quedar completamente en el olvido hasta el siguiente brote.
El eczema atópico es hereditario y, por tanto, se distingue del eczema de contacto, que es adquirido y puede tratarse simplemente evitando el agente desencadenante.
Los síntomas de la dermatitis atópica
- Una piel que tiende a ser seca o muy seca
- Placas rojas
- Picores
- Supuración
- Engrosamiento de la piel (liquenificación)
- Marcas de rascado (excoriaciones)
Los síntomas de un brote siempre van acompañados de un intenso picor que impide dormir y provoca irritabilidad.
Durante las fases de remisión, la piel se mantiene seca y tensa hasta el punto de provocar picores.
La gravedad de los síntomas varía mucho de una persona a otra, pero la inflamación siempre se presenta siguiendo el mismo orden: eritema (enrojecimiento) con posible edema (hinchazón) > vesículas (pequeñas ampollas) > supuración (por la apertura de las ampollas) > costras
Hay una aplicación para móviles disponible que permite evaluar la gravedad y la evolución de su eczema a lo largo del tiempo.
Las zonas afectadas por la dermatitis atópica
En los bebés (-2 años)
En los bebés, el eczema atópico afecta a las zonas carnosas (mejillas, frente), los brazos y el estómago.
En los niños y adolescentes
El eczema atópico se concentra en los pliegues de los codos y rodillas, las manos y la cara (alrededor de la boca, en los párpados y detrás de las orejas).
En la mayoría de los casos, el eczema atópico tiende a desaparecer durante la adolescencia.
En los adultos
Cuando la dermatitis atópica no desaparece en la edad adulta, se pueden encontrar placas por doquier en la cara, el cuello y las manos.
¿HAY ALGUNA DIFERENCIA ENTRE EL ECZEMA ATÓPICO Y LA DERMATITIS ATÓPICA?
Ninguna. Ambos términos hacen referencia exactamente a lo mismo. No obstante, las palabras eczema, atopia y dermatitis, cuando se utilizan aisladas, remiten a conceptos diferentes mucho más amplios.
- Eczema: inflamación cutánea acompañada de picor
- Atopia: componente genético con hipersensibilidad al medio ambiente
- Dermatitis: inflamación de la piel
¿Cómo curar la dermatitis atópica?
No se puede “tratar” el eczema atópico y esperar librarse de él, como se cura un dolor de muelas, por ejemplo. Sin embargo, hay tratamientos eficaces que, si se siguen correctamente, alivian el picor, curan los brotes y permiten espaciarlos.
“Por supuesto, es importante recordar que hay que hidratarse incluso durante los períodos de remisión, para retrasar la llegada de la próxima crisis.”
¿Cómo evoluciona la enfermedad a lo largo de los años?
En la mayoría de los casos, los brotes se vuelven menos frecuentes y menos intensos con el tiempo hasta desaparecer completamente antes de la edad adulta.
Las causas de la dermatitis atópica
Se dicen muchas cosas sobre el eczema atópico. Afortunadamente, la ciencia ha avanzado mucho y estamos empezando a conocer mejor esta enfermedad.
Es importante distinguir la causa de los factores desencadenantes.
¿Qué causa el eczema atópico?
- Los factores genéticos que afectan tanto a la estructura de la piel como a sus reacciones de defensa frente al medio ambiente: el llamado “componente atópico”.
- Los factores medioambientales que desencadenan los brotes en este componente atópico.
Una piel que presenta una disfunción (función de barrera alterada)
En todo el mundo, la piel actúa como una barrera: bloquea los rayos UV, las partículas de contaminación, los alérgenos o incluso el cloro de la piscina... En pocas palabras: nos protege. En cambio, la piel atópica es una piel fragilizada que ha dejado de funcionar correctamente. Presenta dos grandes disfunciones que se combinan provocando las famosas rojeces con picor.
La piel atópica ya no es capaz de desempeñar bien su función de barrera y se vuelve más permeable a las sustancias irritantes y a los alérgenos del medio ambiente. Los elementos indeseables entran más fácilmente.
También es hipersensible a su entorno. Así que cuando los alérgenos o las sustancias irritantes penetran, se inflama con mucha facilidad.
La piel se inflama debido a una respuesta inmunitaria exagerada. De hecho, las personas con atopia producen de forma excesiva unos anticuerpos llamados Inmunoglobulina E (IgE), lo que hace que reaccionen en mayor medida a los alérgenos. Sin embargo, el eczema atópico no es técnicamente una alergia.
LA PIEL ATÓPICA: UNA PIEL MUY SECA
Como esta piel es más permeable, también permite que el agua se evapore más fácilmente. En consecuencia, queda seca. Esta es una de las razones por las que los cuidados hidratantes alivian el eczema.
La predisposición genética
Las personas atópicas presentan una hipersensibilidad a su entorno y a los diversos alérgenos que contiene. El componente atópico, esta predisposición a reaccionar de forma exagerada al medio ambiente, es de origen genético.
UN 50% DE RIESGO CUANDO UNO DE LOS PADRES TIENE LA ENFERMEDAD
La atopia puede manifestarse de diferentes maneras. Algunas personas sufren de asma, otras de fiebre del heno, otras de eczema... Las manifestaciones atópicas tienden a aparecer en la misma persona siguiendo un orden preciso. Este fenómeno se conoce como la “marcha atópica”.
Los factores desencadenantes y agravantes
Una mejor comprensión de lo que desencadena o agrava una crisis puede conducir a una mejor anticipación de las mismas. Sin embargo, a menudo se trata de una combinación de elementos compleja y difícil de identificar. A continuación presentamos una lista de los factores que se sospecha que están implicados de una manera u otra (si bien cabe precisar que no hay consenso en la comunidad científica):
- el clima
- la contaminación
- los cambios de temperatura
- algunas prendas de vestir
- el sudor
- algunos alimentos
- el estrés
- los alérgenos
- los microbios
- el hecho de rascarse
¿Quiénes se ven más afectados por la dermatitis atópica?
Los niños son los que más la padecen. La enfermedad suele presentarse muy pronto, antes de los tres meses de edad por término medio. Como suele desaparecer al cabo de unos años, los niños son los más afectados. ¡Y cada vez más!
1 DE CADA 5 NIÑOS MENORES DE 7 AÑOS SE VE AFECTADO
Hace 30 años, había tres veces menos casos de eczema atópico. La enfermedad afecta a cada vez más personas, especialmente en los países industrializados y aún más en las ciudades.
¿Por qué se ha producido esta aceleración? En primer lugar, porque muchos factores agravantes como la contaminación, por ejemplo, se combinan con los estilos de vida urbanos y contemporáneos.
Al mismo tiempo, el exceso de higiene y el hecho de que nuestro entorno se esté volviendo cada vez más aséptico probablemente contribuyen a este aumento.
¿Qué relación tiene con el hecho de vivir en entornos asépticos? El sistema inmunitario apenas tiene necesidad de combatir las infecciones, pero puede reaccionar de forma exagerada ante ciertos alérgenos.