Hacerse pruebas de alergia para encontrar la causa de un eczema
Las pruebas cutáneas: un elemento clave para tratar el eczema alérgico de contacto
Cuando el eczema guarda relación con una alergia de contacto a un producto u objeto, el médico realizará una serie de pruebas para detectar el alérgeno causante del problema. Esto le servirá para poder evitarlo después, ya que probablemente esté presente en muchos objetos o productos que usa a diario.
Las pruebas de parche, una herramienta ampliamente utilizada
Su objetivo: encontrar el origen de la alergia cutánea
El ejemplo más típico de alergia de contacto y fácil de reconocer es el de la alergia a la bisutería. Apunta a una alergia al níquel (presente en ciertos objetos metálicos). Es útil probar si este alérgeno produce reacción para comprobar si conviene evitarlo en su día a día. Para ello, el médico le hará muchas preguntas sobre sus actividades cotidianas y, sobre todo, le hará análisis en la piel para ver si reacciona a ciertos alérgenos con las conocidas como “pruebas de parche” (también llamadas “patch tests” o “pruebas epicutáneas”).
Como el origen alérgico no es algo obvio, es importante acudir a un especialista en dermatología y alergología porque el origen alérgico solo puede confirmarse realizando las pruebas.
Una prueba completamente indolora
En la práctica, se aplican varias sustancias de prueba en la espalda fijando una serie de discos con film adhesivo. No es de esperar que la reacción se produzca de inmediato, sino en un plazo de 48 horas: lo suyo es volver al alergólogo dos o tres días después para ver si ciertos alérgenos han dado lugar a reacciones tipo enrojecimiento. Puede generar un poco de picor, ¡pero no durará mucho tiempo!
Se prueban decenas de alérgenos
Hay una gran cantidad de sustancias reconocidas como alérgenos que pueden estar presentes en los cosméticos, los productos de higiene, las joyas, los apósitos, los tintes, ¡e incluso en los instrumentos de música! La batería de pruebas estándar que se hace sistemáticamente incluye aproximadamente veinte de los alérgenos más comunes.
¿Ejerce un trabajo o actividades que implican el contacto con alérgenos menos habituales? El especialista podrá identificarlo a través del cuestionario inicial y realizar las correspondientes pruebas complementarias.
Cuando los resultados sean negativos, el médico puede proponerle realizar un ROAT
Si existe una fuerte sospecha de alergia a un producto, pero no logra detectarse con la prueba de parche, a veces puede recurrirse a la prueba de aplicación abierta repetida (ROAT, por sus siglas en inglés). Consiste en aplicar un producto determinado en una pequeña zona del antebrazo durante varios días para ver si su aplicación repetida provoca enrojecimiento.
¿Cómo prepararse para una prueba cutánea?
Estas son las precauciones que conviene tomar para hacer las pruebas de parche en buenas condiciones:
- Programar 3 citas (colocación de los parches, primera interpretación y segunda interpretación)
- Avisar al médico si presenta un brote de eczema antes de someterse a la prueba, ya que podría dificultar la colocación de los parches e imposibilitar la interpretación
- Dejar de aplicar en la espalda los dermocorticoides recetados para tratar el eczema 10 días antes de la prueba
- Informar a su médico si está tomando inmunosupresores o corticoides sistémicos, porque en este caso no se pueden hacer la prueba.
- No exponer la espalda al sol los días previos a la prueba
- Evitar cualquier actividad o situación que pueda provocar una elevada transpiración una vez aplicados los parches y, por ende, no hacer deporte con ellos puestos.
- El día de la primera interpretación de la prueba, llevar prendas que no nos importe ensuciar porque los resultados se marcan en la piel usando un rotulador que puede manchar la ropa.
- No hay que olvidar traer consigo aquellos productos u objetos que usamos habitualmente en casa o en el trabajo. ¡Así nos evitamos tener que volver!
Después de los resultados, la lista de productos que hay que evitar
¿El médico ha confirmado su hipótesis con las pruebas? Si logra identificar el o los alérgenos que causan su alergia, procure no volver a cruzarse en su camino. Como pueden estar presentes en diferentes productos, el especialista le explicará dónde y cómo encontrarlos y le entregará unas fichas de guía para evitarlos. También puede proporcionarle una lista de productos (especialmente en el ámbito de la cosmética) que no contienen el alérgeno en cuestión y que, por lo tanto, puede utilizar.
Si su eczema es de origen laboral y el alérgeno es reconocido como de origen laboral, puede facilitarle un certificado de enfermedad laboral para avalar su solicitud de baja, si lo requiere.