El eczema de la cara y el cuello

Si el eczema es de origen alérgico, se denomina eczema de contacto. Se debe simplemente a que la piel sufre una reacción alérgica a algo con lo que ha entrado en contacto. La persona puede haber estado en contacto con el producto en cuestión muchas veces antes sin que se produjera ninguna reacción. Esta es una de las características del eczema de contacto: la alergia puede aparecer de repente.

El caso más obvio de alergia y que también suele ser el más fácil de detectar es el que se produce tras la reacción a unos pendientes de bisutería.

A través de las manos

Muchas alergias de contacto en la cara o el cuello se producen en realidad a través de las manos, que solemos llevarnos mucho a estas zonas. El ejemplo más típico es el del esmalte de uñas, que aunque no haya causado una reacción en los dedos, sí puede hacerlo al entrar en contacto con los párpados, por ejemplo (¡donde la piel es muy fina!), o incluso en el cuello. La reacción puede igualmente producirse por el uso de una crema, entre otros, o la aplicación de cualquier otro producto cosmético en las manos. En estos casos, se habla de eczema de contacto “transmitido a través de las manos”.

A través del aire

En ocasiones el portador del alérgeno que entra en contacto con la piel puede ser el aire, mediante la difusión de un perfume, por ejemplo: se trata de un contacto aéreo.

A través de otra persona

El contacto también puede producirse a través de terceros, como el caso de un padre que se unta crema en las manos y luego acaricia la cara de su bebé: se trata de un contacto de persona a persona.

Para poder apartar de su vida cotidiana al responsable de esta alergia de contacto, primero hay que identificarlo. A veces resulta muy evidente, pero siempre es mejor consultar a un médico, ya que en algunos casos puede ser necesario buscar la causa en el pasado remoto o en las actividades realizadas (la alergia no siempre se manifiesta justo después del contacto, a veces pueden pasar semanas).

El médico puede ayudarnos a identificar a los responsables más difíciles de detectar sometiéndonos a un exhaustivo interrogatorio junto con pruebas de alergia. El alergólogo también podrá indicarnos a qué debemos prestar atención, ya que un mismo alérgeno puede estar presente en varios productos u objetos diferentes.

El eczema atópico suele aparecer en estas zonas en los bebés y los adultos.

De hecho, es ahí donde se manifiesta con mayor frecuencia el eczema atópico en los bebés. Se puede apreciar en las “convexidades”, es decir, principalmente en las mejillas (aunque también puede haber más placas en otros lugares).

En los adultos, las placas de eczema suelen estar presentes en varios lugares: las manos, los pliegues de los brazos...

Este eczema no es el resultado de una reacción alérgica, sino de un componente atópico. De origen genético, esta hipersensibilidad al medio ambiente también puede manifestarse a través del asma o la rinitis, por ejemplo. En las personas atópicas, el eczema se manifiesta en forma de brotes, intercalados con períodos de remisión.

Si desea profundizar más en el tema, en este artículo ofrecemos una presentación detallada del eczema atópico.

Si hay un origen alérgico, obviamente hay que evitar aplicarse en la cara y el cuello cosméticos, cremas o productos de maquillaje que contengan el alérgeno en cuestión.

Si se trata de un eczema de origen atópico, hay que mantener la cara alejada de todo lo que pueda agravar la crisis (productos irritantes como los jabones) o desencadenar a su vez una alergia de contacto (productos que contengan aceites esenciales o perfumes, o con muchos ingredientes).

En cualquier caso, para aliviar el picor, el médico recetará un dermocorticoide (crema con cortisona): es el tratamiento para las crisis de eczema.

Adicionalmente:

• en caso de eczema atópico: la piel, a menudo muy seca, debe repararse con un cuidado emoliente (hidratante), para ayudar a que sea menos reactiva.
• en caso de eczema alérgico: hay que identificar el alérgeno y excluirlo por completo de su vida cotidiana.

No, siempre hay otro factor que provoca el eczema: una alergia, un componente atópico… Por ende, no se puede decir que el eczema está solo “en la cabeza”. En cambio, el estrés puede constituir un factor agravante o incluso desencadenar una crisis (en el caso del eczema atópico) y, por lo tanto, intervenir. Pero nunca es la causa.

El eczema, la dermatitis seborreica y la psoriasis presentan síntomas similares. Para diferenciarlos, es necesario observar la ubicación de las placas, su color, sus bordes y la presencia o ausencia de picazón.

Las placas rojas y escamosas de la dermatitis seborreica en los adultos se localizan en los surcos a ambos lados de la nariz y en el borde del cuero cabelludo, que también se ve afectado y presenta “caspa con picor”. Esta enfermedad se debe en parte a un hongo.

En general, las placas de eczema son más finas y presentan contornos menos nítidos que la psoriasis. En este artículo presentamos un resumen de las principales diferencias entre el eczema y la psoriasis.

Consulte a un médico experto para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento y los consejos adecuados. El tratamiento no es necesariamente el mismo, antifúngicos para la dermatitis seborreica, tratamiento general para la psoriasis si está extendida en otras partes.

Si el eczema facial no se trata de manera adecuada, el paciente puede enfrentar complicaciones potenciales. La más común es la infección:

• La sobreinfección bacteriana, conocida como impetiginización, se debe a bacterias (estreptococos o estafilococos) que infiltran las lesiones del rascado; puede ser necesario administrar un tratamiento antiséptico o antibacteriano.
• La sobreinfección del eczema por el virus del herpes es rara. El eczema se cubre entonces de grandes vesículas dolorosas y se acompaña de fiebre.

Excepcionalmente, en caso de tratamiento anormalmente prolongado con cremas de cortisona, puede aparecer una rosácea que requiere un tratamiento adecuado.