La natación y la dermatitis atópica
¿Qué precauciones tomar a la hora de bañarse?
Las vacaciones están a la vuelta de la esquina y las ganas de ir a la piscina o el mar para darse una zambullida son evidentes. Sin embargo, el cloro y la sal marina amenazan con irritar la piel seca o atópica. Sugerencias y trucos para dejar sus problemas de piel en el vestuario.
Fuera de los períodos de brote, bañarse no está prohibido para las personas con atopia. Aunque la piel escueza un poco durante los dos o tres primeros días, la aplicación regular de unos cuidados cutáneos (crema emoliente, dermocorticoides, etc.) permite mejorar rápidamente la situación para que el niño pueda disfrutar plenamente jugando en el agua.
En la piscina
Antes de bañarse
La aplicación de una leche o una crema emoliente, seguida de una crema barrera, crea una película hidrolipídica que aísla la piel contra los agentes irritantes.
Después de bañarse
Después de cada baño, es indispensable aclararse con agua dulce, contando hasta 30 para asegurarse de que el aclarado es eficaz. El secado debe hacerse mediante toquecitos y sin frotar, con una toalla que no se haya dejado secar al aire libre ya que la presencia de pólenes u otros alérgenos podría activar la inflamación.
De vuelta a casa
Se recomienda lavarse con un gel limpiador a base de cobre y cinc. A continuación, después de secarse suavemente la piel, hay que aplicarse un emoliente. Si hay lesiones de eccema que exudan un poco, se aconseja aplicar un dermocorticoide en capa gruesa en las zonas que producen picor.
¿Qué debo llevar en mi bolsa de deporte cuando voy a la piscina?
Lo esencial
- un bañador,
- una toalla de algodón puro o microfibra muy suave,
- unas gafas de natación (si son de silicona, mejor)
- un gorro, preferentemente de tela o de silicona.
Mis productos de higiene y de cuidado adaptados a mi piel
- cuidado lavante,
- crema hidratante,
- crema solar.
Debo evitar pedírselos a mis compañeros…
En el mar
Por la mañana, antes de ir a la playa
Al igual que para la piscina, hay que aplicarse un emoliente en forma de leche o crema antes de bañarse. El uso de una crema barrera a base de silicona y no grasa, más práctica para la playa, minimizará la adherencia de la arena.
Después de cada baño
Siempre que nos bañamos, es esencial aclararse con agua dulce después y volver a aplicarse la crema solar, aunque pase poco tiempo entre cada baño.
A continuación, hay que secarse con una toalla limpia. ¡Cuidado con el efecto “papel de lija” de la toalla cuando está llena de arena!
Al final del día
Al volver a casa, la ducha y el uso de un gel limpiador sobregraso sin jabón ni perfume permite quitar la crema y la sal. Hay que aclararse durante al menos 3 minutos y secarse luego con una toalla suave.
Si se necesita, se aplicará un dermocorticoide en las zonas irritadas, y su emoliente habitual (leche o crema) en las zonas no irritadas.
Exponerse al sol con moderación
Los niños con atopia pueden exponerse al sol a condición de utilizar una crema solar con un índice de protección elevado (factor 50), de preferencia mineral, sin filtros químicos o, al menos, sin perfume. Para que la protección sea eficaz, debe aplicarse en capa gruesa (la piel debe quedar un poco blanca). No se aconseja utilizar sprays ni aceites de bronceado ya que con ellos no se obtiene un espesor suficiente.
Los niños con atopia pueden exponerse al sol a condición de utilizar una crema solar con un índice de protección elevado (factor 50), de preferencia mineral, sin filtros químicos o, al menos, sin perfume. Para que la protección sea eficaz, debe aplicarse en capa gruesa (la piel debe quedar un poco blanca). No se aconseja utilizar sprays ni aceites de bronceado ya que con ellos no se obtiene un espesor suficiente.
Trucos
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Si voy a bañarme en el exterior, no debo olvidar protegerme con una crema solar. ¡Los UV penetran hasta 40 cm en el agua!
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El agua salada puede producir escozor en las grietas. Por eso, hay que acordarse de aplicar el dermocorticoide los días antes de ir a nadar.
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Es mejor optar por unos productos de higiene y de cuidado especiales para pieles atópicas, sin perfume y con la menor cantidad posible de conservantes.
Las 5 reglas de oro
- “El calentamiento es esencial”: antes de ser el primero en zambullirse en el agua, realiza algunos movimientos de calentamiento para relajar el cuello, los brazos y las muñecas.
- “Piensa en respirar”: inspira rápidamente llenando al máximo tus pulmones y, a continuación, expira, lentamente, en el agua.
- “Haz estiramientos”: después del entrenamiento, tómate tu tiempo para relajarte en la ducha. Dos horas después, haz estiramientos lentamente y sin forzar.
- “Bebe”: es importante beber un poco antes, durante y después del entrenamiento.
- “Mantén una regularidad”: de nada te sirve nadar 1.000 m un día si la siguiente vez ya no aguantas más y no puedes lucir tu bonito bañador. Los beneficios de este deporte se obtienen gracias a la regularidad.
¿VERDADERO o FALSO?
“No se recomienda practicar natación en caso de eczema”.
¡FALSO! Aprender a nadar es indispensable, siempre que se tomen ciertas precauciones.
Bañarse en la piscina agrava el eczema, fundamentalmente porque la temperatura del agua está entre 28 y 30 °C. En casa, al bañarse, hay que prestar atención a la temperatura del agua, que nunca debe ser superior a 35 °C.
“El agua de la piscina puede resecar la piel”.
¡VERDADERO! Por eso, se recomienda aclararse bien después de bañarse en la piscina y aplicar un producto hidratante.
“Hay que en enjabonarse bien después de bañarse en la piscina”.
¡FALSO! Los jabones, incluso líquidos, agravan la sequedad de la piel.
“El sol agrava el eczema”.
¡FALSO! El sol suele ser beneficioso para el eccema; sin embargo, hay evitar las quemaduras solares y, por tanto, protegerse cuando se va a pasar mucho tiempo al aire libre.