¡Eczema y leche de vaca: cuidado con los mitos!
En raros casos, una alergia a las proteínas de la leche de vaca puede estar asociada al eczema atópico y podría empeorarlo. Sin embargo, una vez más, se necesitan argumentos sólidos para acusar una alergia a la leche de vaca.
El eczema atópico no se debe a una alergia alimentaria
De hecho, la gran mayoría de los bebés con eczema atópico no tienen alergias alimentarias. Lo único que une a ambos factores es que la atopia puede favorecer la aparición de una alergia alimentaria: los lactantes con eczema atópico tienen más probabilidades de desarrollar una alergia alimentaria. Pero es importante entender que, aunque la alergia se confirme, no es la causa del eczema.
Sin embargo, la alergia puede empeorar una crisis, de ahí que exista tal confusión. Con todo, los síntomas de la alergia a las proteínas de la leche de vaca no se corresponden con el eczema. Vómitos, diarrea, malestar general y llanto inusual son algunos de sus síntomas.
No hay que cambiar de leche sin consultar antes a un médico
Es muy duro ver que su bebé duerme mal y sufre. Sin embargo, es importante evitar que cunda el pánico y acabar tomando decisiones que podrían resultar más perjudiciales que beneficiosas, como cambiar a una leche vegetal sin consultar antes a un médico.
Los médicos solo recomiendan las alternativas a la leche de vaca (leche vegetal, leche de arroz...) en determinadas situaciones, como en caso de alergia confirmada a las proteínas de la leche de vaca.
El médico puede recurrir a distintos tipos de pruebas (prueba de alergia cutánea, prueba de parche, pruebas de retirada y de reintroducción de alimentos) y a posibles exámenes adicionales (exploración de las mucosas, etc.) para establecer un diagnóstico.