Eczema y aceites esenciales: ¿hay que desconfiar?
Efectivamente, los aceites esenciales no son recomendables cuando se sufre de eczema.
Muchas personas aprovechan las numerosas virtudes de los aceites esenciales. Por desgracia, en caso de eczema, es mejor evitarlos.
Los aceites esenciales sensibilizan
Las reacciones alérgicas a los aceites esenciales no son muy frecuentes, pero cuando se producen, suelen ser graves. Si los aceites esenciales se desaconsejan a los pacientes con eczema es porque pueden provocar una mayor sensibilidad cutánea en algunas personas, en caso de exposición prolongada o repetida. En otras palabras, pueden empeorar el eczema, como si de un irritante se tratara. Por otro lado, también pueden desencadenar un auténtico eczema de contacto que viene a sumarse al otro.
Lista de aceites esenciales que pueden provocar una reacción
Los aceites esenciales que suelen producir reacciones cutáneas son los siguientes:
- albahaca
- baya
- abedul
- aromo
- limón
- citronela
- clavo
- comino
- hinojo
- gaulteria
- jengibre
- toronjil
- musgo de roble
- naranja
- orégano
- semilla de perejil
- menta piperita
- mirra
- grano de pimienta
- pino
- pimienta negra
- abeto
- tagete
- verbena de la India
- verbena limón
Otro inconveniente de algunos aceites se manifiesta al exponerse al sol. En particular, deben evitarse los aceites esenciales de cítricos, ya que provocan quemaduras solares y pueden dejar manchas marrones en la piel (bergamota, limón, mandarina...). Además, algunos, como los aceites esenciales de lavanda y de árbol de té, son incluso altamente sospechosos de ser disruptores endocrinos.
Lo “natural” no siempre es la mejor solución para el eczema
Hay que tener en cuenta que algunas plantas pueden contener principios activos con riesgo alérgico o tóxico. Incluso el vinagre, muy empleado como alternativa para limpiar la casa o lavar la ropa, sigue siendo particularmente agresivo para la piel del bebé, entre otros.
En la misma línea, se suele recomendar usar la secadora en lugar de tender la ropa al aire libre (donde los alérgenos se arremolinan en primavera).
Hay que evitar a toda costa los alérgenos y los irritantes, tanto naturales como sintéticos.