Eczema: ¿qué cuidados usar para los hombres?
El eczema atópico es una afección particularmente incapacitante en la vida cotidiana y puede agravarse con gestos anodinos para la mayoría de las personas, como afeitarse, perfumarse o ponerse desodorante. A continuación les ofrezco una serie de consejos basados en mi experiencia en la Escuela de la Atopia de Nantes, en Francia.
¿Se puede llevar barba o bigote cuando se sufre de eczema?
Sí, no hay ninguna norma general, sino más bien una serie de constataciones. En el paciente atópico, los pelos en general pueden tolerarse mejor o peor, lo que se explica por su composición escamosa que los hace abrasivos para la piel frágil o dañada.
La fricción de los pelos o el cabello con la piel atópica suele irritarla. Por eso, cuando se lleva el pelo largo y entra en contacto con la nuca y la parte superior de la espalda puede provocar zonas de eczema persistente, especialmente al dormir.
En el caso de la barba, la cosa cambia un poco, ya que los pelos crecen alejándose de la piel, ejerciendo menos fricción que el cabello. Por lo tanto, en este caso el problema es mayor para las parejas atópicas de las personas con barba, para quienes puede ser un verdadero inconveniente (irritación en la parte inferior de la cara, eczema en los labios, etc.).
¿Qué cuidados para el afeitado usar en caso de eczema?
Cuando se tiene la piel atópica, hay que evitar que el afeitado resulte irritante. Por tanto, la primera pregunta que debemos plantearnos es si nuestro modo de proceder es o no irritante. Si no tenemos ningún problema, no es necesario que cambiemos nada. Y, en caso de irritación, suele bastar seguir unas sencillas reglas para que el afeitado resulte agradable:
- Optar de preferencia por un afeitado mecánico
- Afeitarse justo después o al final de la ducha
- Frotar la piel con un pan dermatológico
- Aplicar una espuma o un gel de afeitar
- Afeitarse en el sentido del pelo
- Aclarar bien
- Aplicar una crema hidratante facial
- Evitar las lociones para después del afeitado
Todos los productos empleados deben ser adaptados a las pieles atópicas.
¿Se puede aplicar perfume?
El perfume puede utilizarse siempre que se siga un protocolo adaptado:
- No se debe rociar el perfume directamente sobre la piel.
- Pulverizar las prendas de vestir apoyadas sobre una silla (o en cualquier otro lugar) y esperar unos minutos antes de ponérselas para evitar el contacto de la piel con el perfume.
- Evitar perfumarse durante los brotes, cuando el riesgo de volverse alérgico es mayor.
- Elegir de preferencia perfumes de marca, que suelen ser menos alergénicos.
- Evitar cambiar a menudo de perfume, ya que al aumentar la variedad, se incrementa el riesgo de toparse con un producto no tolerado.
¿Se puede aplicar desodorante?
- Lo mismo ocurre con el desodorante, es mejor evitarlo durante los brotes, cuando el riesgo de volverse alérgico es mayor.
- Es mejor optar por desodorantes sin perfume y sin aluminio.
- Si notamos que un producto nos irrita la piel, es mejor dejar de usarlo.
Pelos encarnados en el cuello y la nuca
Las técnicas de afeitado descritas anteriormente pueden a menudo bastar para resolver o aliviar el problema. Otras veces se necesita recurrir a un tratamiento de depilación con láser (en general de una a tres sesiones), para afinar el pelo, reducirlo y evitar la encarnación. Este tratamiento debe realizarse en la consulta de un dermatólogo utilizando un láser adaptado.
La depilación masculina
En el caso de los hombres que se depilan, la principal complicación es la foliculitis, que es una infección del vello por una bacteria (en la mayoría de los casos un estafilococo dorado) que provoca la aparición de granitos blancos y dolorosos en la base del vello durante la depilación.
La forma más eficaz de combatir este problema son los baños de lejía diluida (o DAKIN), una técnica muy empleada al otro lado del Atlántico y muy eficaz.
Hay que verter el equivalente a dos tazas de café de lejía preparada o de DAKIN en medio baño tibio, mezclar, sumergir la zona o zonas a depilar durante 10 minutos, realizar la depilación y volver a sumergir la zona o zonas durante otros 10 minutos. Esta técnica garantiza una desinfección suave y profunda del vello y suele evitar la foliculitis.
Si no da resultado, conviene consultar a un dermatólogo para realizar una desinfección más completa y deshacerse de este microbio a veces tenaz.