Las bioterapias: nuevos tratamientos para la dermatitis atópica

Las bioterapias no son tratamientos químicos, sino tratamientos de origen biológico, que recurren al ADN, a células, a proteínas o incluso a anticuerpos para bloquear la inflamación asociada a la dermatitis atópica.

Cómo actúan las bioterapias en la dermatitis atópica

El eczema o dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria causada por una reactividad inusual de la piel a diversos factores, como las sustancias que penetran en la piel. Esta inflamación es el resultado de reacciones en cadena en las que intervienen diversas moléculas, entre las que cabe citar las interleuquinas, que desempeñan un papel fundamental en el desencadenamiento y el mantenimiento de la inflamación.

Por lo tanto, el objetivo es intervenir de la forma más ajustada posible para interrumpir este mecanismo que provoca la inflamación, bloqueando una o varias de estas moléculas implicadas en la cadena de reacciones.

El tratamiento con inyecciones de anticuerpos específicos (conocidos como anticuerpos monoclonales) evita que el organismo produzca demasiadas interleuquinas proinflamatorias. Estos anticuerpos son capaces de bloquear los receptores de interleuquinas específicas para impedir su producción y romper así la cadena de reacciones inflamatorias en cascada...

¿Existen hoy en día bioterapias para tratar la dermatitis atópica?

Hay un primer anticuerpo monoclonal (dupilumab) que ya ha obtenido una autorización de comercialización en Europa en la indicación dermatitis atópica moderada a grave tras el fracaso de otros tratamientos. Se utiliza en forma de inyección subcutánea cada 15 días durante varios meses.

Sin embargo, actualmente se están estudiando muchos otros anticuerpos y pequeñas moléculas.

¿A quién están destinadas las bioterapias?

Se recurre a este tipo de terapia cuando los tratamientos locales como los dermocorticoides (cremas a base de cortisona) y los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus), así como otros tratamientos generales tipo la ciclosporina o el metotrexato, han fracasado y la calidad de vida del paciente se ve muy mermada. Por lo tanto, se utilizan en los casos de dermatitis atópica moderada a grave (SCORAD >40).

Solo pueden seguirse con una receta especial obtenida en el hospital.

¿Las bioterapias son eficaces en la dermatitis atópica?

Los anticuerpos monoclonales dirigidos a las interleuquinas de la cadena inflamatoria, junto con otros nuevos tratamientos para la dermatitis atópica, ofrecen una gran esperanza para los pacientes cuyo tratamiento ha fracasado y que sufren mucho. Los ensayos clínicos realizados en el marco de la obtención de la autorización de comercialización son concluyentes en términos de eficacia.

Con todo, no hay que olvidar que la dermatitis atópica no se puede “curar”: los tratamientos pueden aliviar los síntomas pero no tratar la causa.

Los efectos secundarios de las bioterapias

Los ensayos clínicos realizados en el marco de la obtención de la autorización de comercialización muestran que estas moléculas suelen tolerarse bien. En cambio, no hay ningún tratamiento que no tenga una serie de posibles efectos secundarios registrados.  En el caso del anticuerpo monoclonal actualmente disponible en el mercado, los efectos secundarios más comunes son la conjuntivitis y la hipereosinofilia (cambio en el recuento sanguíneo). Se requiere un seguimiento médico para ajustar el tratamiento en función de la importancia de los efectos secundarios.